El sonido que se produce en el cuenco tibetano se asemeja a un «Mantra» que llega a nuestro interior.

Los Cuencos tibetanos tienen muchas aplicaciones terapéuticas ya que a través de su sonido se produce una profunda relajación a través de la energía de sus ondas vibracionales, esto produce
que el cerebro se comporte de forma similar al que adopta cuando estamos durmiendo, relajados.

Las propiedades que posee el sonido del cuenco tibetano son terapéuticas y nos facilitan la meditación y relajación.

El cuenco es muy utilizado para armonizar sobre todo el sistema nervioso y cardíaco, también potencia las defensas del organismo y nos ayuda a controlar y disminuir el stress pero también nos ayudan a neutralizar energías negativas que puedan estar depositadas a nuestro alrededor.

El terapeuta dirige las vibraciones del cuenco hacia la zona del cuerpo que la persona tenga una lesión o dolor para una pronta sanación.

Los cuencos tibetanos pueden aportar muchos beneficios a nuestro organismo y a nuestra salud, ya que logran equilibrar nuestro cuerpo energético y cada uno de los siete chakras. También limpian con las vibraciones nuestro campo aurico.

Las vibraciones recorren nuestra columna vertebral y nuestro sistema nervioso a partir de la cual llegan a cada órgano y célula armonizando todo nuestro cuerpo.
Los sonidos de los cuencos tibetanos tienen efectos positivos en personas que sufren de contracturas musculares, artrosis, problemas circulatorios y neuronales, depresión o estrés.

Existen centros de terapias orientales que realizan «Baños de sonido» con los cuencos y consiguen una mayor relajación para que el individuo conecte con su interior más profundo.
Para activar el sonido del cuenco se utilizan baquetas que son elegidas en relación al tamaño del cuenco.

Para conseguir un mejor sonido en el cuenco, es aconsejable que se realice con una persona que logre un sonido más armónico.

EXISTEN TRES FORMAS DE TOCAR LOS CUENCOS:

 

  • Se puede frotar con la baqueta de un lado, en su parte externa del borde superior alrededor de su perímetro y por otro lado y sentir cómo las vibraciones del sonido van entrando en nuestro cuerpo.
  • Otra opción es hacer sonar el cuenco con los nudillos de la mano de esta forma se produce un sonido similar al que produciría una baqueta forrada de fieltro (que se usan en determinadas terapias), pero el que produce una baqueta de madera es más agudo. Se combinan dos formas de tocar, obteniendo sonidos prolongados y constantes y por otro lado golpes secos.

MANTENIMIENTO Y LIMPIEZA DE LOS CUENCOS

Se utilizan para su limpieza trozos de limón frotándolos y se aclara con agua.
No se debe utilizar aguas salada porque los deteriora y corroe el material del cuenco.

La tradición elabora los Cuencos con la aleación de 7 metales: Oro, Plata, Mercurio, Hierro,
Plomo, Estaño y Cobre.

Una vez fundidos se purificaban y se forjaban a mano, a golpe de martillo para darles la forma. Cada metal tiene su propio sonido y no tienen todos la misma proporción.

Existen Cuencos artesanales, en este caso es difícil que tengan el mismo sonido porque depende de la altura, diámetro, grosor de las paredes, etc., pero la mayoría son fabricados y torneados en serie, en este caso se pierde individualidad, pero se consiguen las mismas

características físicas que influyen en el sonido.

Existen muchos tamaños y formas.