AMULETOS SUERTE

AMULETOS DE PLATA ELEGGUA.ES

Un amuleto  significando «un objeto que protege a una persona frente a un problema» guarda cierta relación con un talismán que significa «iniciar a alguien en el misterio». Consiste en cualquier objeto portátil al que se le atribuye alguna virtud sobrenatural: atraer la buena suerte o asegurar la protección de su dueño.

Los amuletos suelen ser: gemas o piedras, estatuas, monedas, dibujos, colgantes, anillos, plantas, animales, etc., incluso oraciones utilizadas en momentos concretos, para repeler al diablo o a la mala suerte.

Los amuletos son algunos de los objetos más antiguos de la humanidad, ya que el hombre vio en ellos la forma para escapar de los males que lo aquejaban, fuesen físicos, morales o espirituales. Los primeros amuletos eran objetos naturales, tales como piedras, maderas talladas o cristales naturales, que eran apreciados por su forma, color o rareza. Más tarde se optó por poseer objetos de uso cotidiano que por haber sido propiedad de alguien o haber sido parte de un suceso, se guardaban por presuponer que tendrían cierto poder. En la actualidad existen multitud de amuletos, tanto comerciales como personales, ya que cada persona valora el objeto de manera subjetiva y alcanzan diferente importancia. La persona que lleva el amuleto, por su creencia y fe en éste, puede o no desear revelar este hecho a otras personas y compartir su apego.

Algunos de los más populares son:

. El escarabajo. Los soldados egipcios llevaban esta imagen grabada en un anillo para protegerse del peligro y mantener su salud, riqueza y fortaleza.
. La herradura. Protector del hogar y canalizador de energías. Los griegos y romanos solían clavarlas en las paredes para salvaguardarse de la peste.
 . La llave. Se le regala a la persona amada como señal de amor, en el sentido simbólico de abrir y cerrar las puertas del corazón.
. La araña. Los romanos creían que era portadora de buena suerte en cualquier asunto relacionado con el comercio. De ahí, la creencia de que matar una araña produce pérdida económica.
. El trébol, de cuatro hojas o de tres, lo usaban los druidas para protegerse y atraer la buena suerte. Según la tradición cristiana, San Patricio lo introdujo e inmortalizó, en Irlanda, como símbolo sagrado.
. El elefante. Tiene procedencia hindú y surge de la leyenda de Ganesha, el dios con cabeza de elefante. Es ideal para asegurarse los bienes obtenidos. Simboliza el trabajo en equipo y el buen funcionamiento de las relaciones familiares.
. La mano de Fátima. De origen musulmán, recibe su nombre de la hija preferida del Profeta, una de las tres únicas mujeres con méritos para entrar en el Paraíso. Potencia la paciencia y la fidelidad.

Como afirmaba el ocultista Grillot de Givry en 1929, “los dioses han muerto, pero los talismanes perduran. Han sobrevivido a toda forma de incredulidad y han demostrado que su vitalidad es eterna”.