La meditación es un entrenamiento de la mente que busca una mayor libertad mental, espiritual y emocional.
La meditación nos sirve para aprender a ser más consciente de las sensaciones y emociones que sentimos interiormente. De esta forma conseguiremos liberar aquellos pensamientos obstructivos que no nos dejan avanzar para alcanzar una mayor tranquilidad espiritual. Una persona que practica la meditación logra ser más consciente de sí mismo y a la vez conectar mucho mejor con el entorno que le rodea.
La meditación entrena la mente para lograr mayor concentración, claridad, positividad emocional y calma interior, esto nos ayuda a conseguir un equilibrio mental.
BENEFICIOS FÍSICOS DE LA MEDITACIÓN
- Ayuda a reducir el estrés
El estrés es muy dañino tanto para nuestra mente como para nuestra salud, ya que provoca ansiedad. Por suerte, la relajación conseguida a través de la meditación resulta de mucha ayuda.
Se ha demostrado que algunos de los beneficios de la meditación son la reducción de la tensión muscular, la disminución de la presión sanguínea y la mejora del ritmo cardíaco, ¡e incluso mejora las ondas cerebrales!
¿Quién no ha sentido alguna vez esa sensación de nerviosismo, sudoración o cambios bruscos del estado de ánimo? ¡Todos ellos son síntomas claros de estrés! Es habitual padecerlo en algún momento, pero conviene tratarlo para que no se convierta en estrés crónico. ¡Echa un vistazo a estos consejos para combatir el estrés y evitar sus consecuencias!
- Mayor concentración
En este mundo hiperconectado es muy fácil distraerse y puede resultar muy complicado aislarse de todo ese ruido de fondo. La meditación y sus beneficios demuestran que mejora la atención al enseñarnos a concentrarnos y ser conscientes de nuestros pensamientos.
- Mejora la memoria
Conseguir un equilibrio mental y sentirse despreocupado es fundamental para mantener intactos tus recuerdos. ¡Es por ello que la meditación ayuda a mejorar la memoria!
- Mente feliz y relajada
Las resonancias magnéticas del cerebro muestran que la reacción de «lucha o huida» implicada en cómo respondemos ante las situaciones de estrés se reduce tras dos meses practicando meditación.