La radiestesia en su variante tradicional de búsqueda de aguas subterráneas es una práctica llevada a cabo desde hace al menos 4500 años.6 Ha sido ampliamente practicada desde tiempos remotos, a falta de conocimiento geológico o de instrumental científico, si bien hoy día sigue teniendo amplio uso en zonas rurales.
La Radiestesia: es la capacidad de personas o animales para percibir radiaciones, normalmente gracias a la ayuda de instrumentos amplificadores como el péndulo o las varillas.
Hay evidencia de su utilización desde la antigüedad. La primera referencia que se hace al uso de instrumentos amplificadores se encuentra en una pintura rupestre en el Sáhara. Sin embargo, hay un sin fin de referencias antiguas que se han encontrado en Egipto, donde se han encontrado varillas y péndulos; Israel, China o la mismísima Babilonia.
USOS
La radiestesia practicada con péndulo es una técnica de medicina alternativa que pretende servir para el diagnóstico y está muy relacionada con los campos descritos por la acupuntura. Una utilidad conocida de la radiestesia, quizá la de más larga tradición, es la realizada por los denominados zahoríes, que aseguran ser capaces de encontrar los sitios más favorables para la excavación de pozos, donde el nivel freático es más accesible, por medio de estas técnicas.
Los usos pretendidos de la radiestesia son muchos.
Obtener medidas exactas.
Encontrar agua.
Encontrar minerales.
Inventariar recursos naturales.
Predecir estados actuales o futuros de la materia viva.
Encontrar objetos perdidos.
Ubicar puntos de radiación de energía.
Encontrar personas, etc.
Adivinar números y combinaciones.
METODOLOGÍA DE LA RADIESTESIA
Un radiestesista o Zahorí, simplemente entrena su percepción y sensibilidad personal para saber identificar las reacciones de su organismo ante cada una de las innumerables radiaciones que lo alcanzan. De este modo consigue “filtrar” de entre todas ellas la que está buscando, ya sea agua, minerales o emanaciones de gas radón, entre otros.
Definir qué es lo que se está buscando es el secreto de un buen especialista en radiestesia. Hay personas más y menos sensibles, como es normal, existen personas con una alta sensibilidad y mucha práctica que han sido capaces de hacer radiestesia sin necesidad de herramientas. Os dejamos un enlace para conocer algo de historia sobre este tema al margen de lo que explicamos aquí.
La radiestesia se utiliza en arquitectura saludable para identificar y controlar puntos geológicos patógenos como corrientes de agua subterráneas, fallas o diaclasas, redes Hartman o redes Curry.
No obstante, las zonas más importantes a tener en cuenta son aquellas en las que hay confluencia de varios de estos puntos, ya que pueden resultar nocivas para la salud. Un diseño realizado teniendo en cuenta estos parámetros puede evitar el desarrollo de futuras enfermedades de mayor o menor alcance.
En una prospección mediante técnicas de radiestesia el equipo detector es el propio organismo. Por ello es muy importante comprobar el estado de los biosensores y magnetosensores que tenemos repartidos por todo el cuerpo. Ellos serán los encargados de percibir las diversas sensaciones procedentes del exterior, que posteriormente procesará el organismo mediante la mente y las respuestas neuromusculares.